El municipio de Teba
Teba es una pequeña localidad de la Comarca del Guadalteba, entre Ronda y Antequera.
Un dilatado legado patrimonial, de donde destaca el Castillo de la Estrella, y una cultura gastronómica que une las tradiciones propias de esta histórica zona de paso entre la vega antequerana y la serranía rondeña.
Alrededores
El Cortijo como punto de partida
Las distancias a varios de los puntos de interés turístico más emblemáticos del interior de Andalucía hacen que El Cortijo sea una opción idónea para establecerlo como punto de partida en estancias prolongadas.
El interior está lleno de tesoros por descubrir.
Un poco de historia
Durante la dominación romana, Teba fue uno de los núcleos de población más importantes de la Bética. Se la llamó Attegua y estaba situada en el lugar que hoy llaman Teba la Vieja.
Durante la dominación árabe la ciudad fue trasladada al lugar que actualmente ocupa, siendo llamada Ostipo y Ostebba, de donde procede su nombre. El padre Mariana, en el Libro XV de su Historia General de España nos relata la conquista de la ciudad por Alfonso XI de Castilla el 20 de enero de 1389, después de haber sufrido numerosas bajas las tropas cristianas. Crecido con esta victoria, Alfonso XI se lanzó a la conquista de Turón y de Ardales. Teba no volvió a pertenecer a los musulmanes, a pesar de los numerosos sitios que tuvo que resistir, sobre todo en época de Juan II. En aquel tiempo tenía una de las jurisdicciones más grandes de la región y de sus campos saldrían gran número de repobladores a otras zonas recién conquistadas.
En la ciudad se pueden contemplar varios edificios notables, aunque el monumento más destacado sin duda es el castillo, construido por los romanos, al menos el primer cuerpo de torres y muros y reedificado posteriormente por los árabes.
Rutas y actividades
Además de rutas culturales y gastronómicas por los alrededores, es posible decantarse por un descanso activo. Un abanico de actividades de multiaventura está a nuestro alcance para disfrutar al máximo de nuestra estancia.
Rutas senderistas, rutas a caballo, cicloturismo o jornadas de escalada, entre otras opciones, pueden ser una buena manera de acercarnos al medio natural desde la comodidad de nuestro alojamiento.